martes, 24 de enero de 2017

Otra absurda e injustificada muerte de un delfín en las costas bonaerenses

Por el Dr Diego Rodriguez (UNMdP)

Nuevamente este año somos testigos de la muerte de un delfín en las costas de la Provincia de Buenos Aires, luego que un numeroso grupo de turistas lo sacaran del mar para tomar fotografías. En este caso también se trata de una franciscana o Delfin del Plata (Pontoporia blainvillei), un pequeño delfin costero que habita exclusivamente las costas del centro del Brasil, Uruguay y norte de Argentina.

La franciscana es el cetáceo más amenazado del Mar Argentino, donde anualmente varios centenares de ejemplares mueren accidentalmente en redes de pesca ([1]), por lo cual la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha clasificado a esta especie como Vulnerable. Los argumentos científicos se centran en que se proyecta una reducción de al menos un 30% de su población mundial en los próximos 10 años, basándose en los niveles actuales de mortalidad. En la actualidad, todos los cetáceos están protegidos por ley en nuestro país.

La presencia de franciscanas es muy frecuente en las costas bonaerenses, y nuestro Grupo de Investigación ha confirmado la existencia de una importante área de cría en el sector sur de la Bahía Samborombón y las aguas del Cabo San Antonio, en la zona donde se produjeron las muertes en 2016 y 2017. Por tal razón es de esperar que se registren ejemplares en zonas costeras altamente utilizadas por turistas durante el verano, debiéndose entonces extremar los cuidados para que no vuelvan a repetirse situaciones como las vividas recientemente.

Fotografía extra´da de Google Imágenes
Las imágenes obtenidas en ambas muertes muestran claramente que el comportamiento del público fue exactamente el inverso al sugerido para estos casos, y en parte ha probablemente sido el responsable del deceso de los ejemplares. Por un lado se saca el ejemplar del agua, por lo que el delfin se ve sujeto a una presión de sus órganos internos y a un proceso de sobrecalentamiento que no experimentan cuando se encuentran en el mar. El rodearlo y gritar alrededor impide la posible comunicación con otros ejemplares que potencialmente se encuentren en las cercanías, aislándolo y reduciendo sus posibilidades de orientarse o unirse nuevamente con grupos de su misma especie. Permanentemente lo manipulan, lo que muy posiblemente lastime la fina piel de estos ejemplares. Asimismo, por ser animales que respiran aire, estar sobre la arena sin posibilidad de nadar, los hace vulnerables a asfixiarse al ingresar agua en su orificio respiratorio. Como lamentablemente mostraron ambos casos, incluso un ejemplar saludable muere en pocos minutos si no recibe la atención de personal especializado. En ambos casos se trataban de ejemplares jóvenes, muy probablemente acompañados por su madre dado que en esta época es el período de lactancia, y haberlos separado de ellas haya sido un factor adicional de estrés.
En caso que ejemplares de este tipo aparezcan en la costa, las autoridades municipales (guardavidas, inspectores) o policiales presentes deben inmediatamente comunicarse con la Prefectura Naval Argentina (106) o con la Red de Rescate de Fauna Marina del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS[2]) al 0800-222-1362. Ellos son los responsables de derivar la emergencia a los centros de rehabilitación de fauna más cercanos a la zona del varamiento. Mientras tanto el ejemplar debe ser llevado a aguas más profundas y tratar de mantenerlo suavemente a flote hasta que recupere la orientación y, probablemente, regrese por sus propios medios al mar. Para esto es absolutamente necesario que el público se retire del lugar, y esta tarea la realice una o dos personas. Cuando los miembros del grupo de rehabilitación que asista lleguen al lugar, ellos evaluarán la mejor opción para el ejemplar, ya sea el traslado para su recuperación o la liberación inmediata en el lugar.
Como lamentablemente dejaron en claro ambos casos, el descontrol que produjeron los bañistas y la inacción para informar inmediatamente esta situación a los organismos correspondientes, tuvo consecuencias fatales para los ejemplares. Los mismos fueron sujetos a un período de sufrimiento innecesario y las “selfies” y videos tomados como recuerdo, únicamente retrataron su agonía.
Muchos organismos gubernamentales (universidades, secretarías medioambientales municipales y provinciales) y no gubernamentales trabajan para la conservación de esta especie, de manera que es imperioso que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse. La presencia de un delfín en la zona costera debe entenderse como una situación de emergencia, en la que debe actuarse rápidamente y acudir a personal especializado. El haber ayudado a salvar a un ejemplar debe entenderse como una acción mucho más valiosa y constructiva para el medio ambiente, que provocar una muerte por obtener una foto.

Dr. Diego Rodríguez
Grupo de Investigación
“Biología, ecología y conservación de Mamíferos Marinos”
Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
Universidad Nacional de Mar del Plata – CONICET.


Mar del Plata, 24/01/2017






[1]Plan de Acción Nacional para reducir la interacción de Mamíferos Marinos con pesquerías en la República Argentina, disponible enhttp://www.cfp.gob.ar/prensa/LIBRO_PAN-MAM.pdf

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